La obsesión es la acción persistente que un espíritu malo ejerce sobre un individuo. Presenta caracteres muy diferentes, desde la simple influencia moral, sin señales exteriores sensibles, hasta la perturbación completa del organismo y de las facultades mentales. Altera todas las facultades medianímicas, y en la mediumnidad por la escritura, se conoce por la obstinación de un espíritu en manifestarse, con exclusión de todos los otros.
Los espirítus malos pululan alrededor de la Tierra a consecuencia de la inferioridad moral de sus habitantes. Su acción malhechora forma parte de las plagas que la humanidad sufre en la tierra. La obsesión, como las enfermedades y todas las atribuciones de la vida, debe, pues, ser considerada como una prueba o una expiación, aceptada como tal.
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